Entrena durante tu embarazo
Estás embarazada y de repente el mundo empieza a recolectar todas las razones por las que deberías estar quieta, no levantar peso alguno y apenas esforzarte por nada.

Gracias a muchas investigaciones, estas creencias pasan a ser eso, un bulo basado en el desconocimiento.
Es cierto que hay algunos casos en los que realizar ejercicio durante el embarazo no es recomendable y, en otros, se recomienda reposo absoluto.
Pero déjame decirte que estos casos son minoría y que, aún así, existen movimientos recomendables para alejar dolores de espalda, mala circulación y acercarse a un parto más exitoso en todos los sentidos.

Pero si tu embarazo está fuera de riesgo y tú eres una persona saludable y con ganas de darlo todo; muévete, disfruta de tu cuerpo y de tu vitalidad.
Antes de empezar, te recomiendo que leas el libro "10 pautas para entrenar durante tu embarazo" que te va a llegar si te suscribes a este formulario.
Lo más importante al hacer ejercicio durante tu embarazo es que conozcas tu cuerpo, sepas cuál es tu nivel y vayas entrenando desde ese punto.

Se suele recomendar empezar a entrenar mucho antes del embarazo por varios motivos (que ya os contaré en otro artículo), pero uno de ellos es conocerse, saber dónde está tu límite y captar los mensajes del cuerpo a través de la frecuencia cardíaca, respiratoria, cansancio, sensación muscular, movilidad...
Ello no quiere decir que si ya estás embarazada no debas entrenar. Todo lo contrario y ahora vas a entender por qué.

Resulta que a lo largo de tu embarazo aumentarás de peso (es natural).
También cambiará tu centro de gravedad provocando un cambio en tu postura.
El embarazo finaliza con un redoble de tambores en el momento del parto, para el que necesitas fuerza, resistencia y las endorfinas preparadas para disminuir el dolor del proceso.

La aventura no termina ahí, sino que es a partir del parto que empieza la acción: recuperación física de la mami, cargar al bebé en la mochila, cogerle y dejarle en la cuna, posiciones contorsionistas nocturnas, sujetar al bebé mientras le das de mamar y un largo etcétera.
Con ello quiero decirte que ahora más que nunca necesitas tener unas piernas de infarto, una espalda como una roca y unos brazos con la fuerza de Hulk. Da igual si eres una mami que ya ha entrenado o no, lo importante es que el entrenamiento se adapte a tu nivel y a tu condición.

Realizar ejercicio durante el embarazo es casi sinónimo de empezar la maternidad de forma exitosa.